Leandro García Morales debería haber recordado una memorable jugada de Michael Jordan

Corrían los últimos 8 segundos de partido, Hebraica iba 1 punto abajo pero tenía la pelota en su poder con un saque de banda en cancha rival. Si lograba anotar era el partido y el campeonato para Hebraica.

Todas las miradas apuntaban a lo que pudiera hacer su jugador estrella García Morales. El rival también esperaba lo mismo, por lo que García Morales fue bien rodeado, y como era de esperar la pelota fue para el. El resultado muchos lo vieron: al recibir casi pierde la pelota, pudiendo finalmente tirar forzado donde no le pegó al aro siquiera, con el resultado de la victoria de Aguada y forzando una ultima final.

Michael Jordan fue una estrella indiscutida en la NBA, quizá el mejor jugador de la historia. En la temporada del 97 Jordan había liderado a los Chicago Bulls a las finales. "Denle la pelota a Jordan y salgan de su camino" decían. Recuerdo que nunca disfruté tanto la NBA como en esa época.

En el año 1997 los Chicago Bulls estaban disputando la final con los Utah Jazz, un gran equipo  que liderado por John Stockton y Karl Malone, pudo llegar a las finales por primera vez en su historia.

El formato de las finales era al mejor de 7, al igual que la final entre Hebraica y Aguada.

Fue una final sensacional y conmovedora, ya que todos los partidos se resolvieron por márgenes apretados. Comenzó ganando la serie los Chicago Bulls 2-0. Luego Utah empató 2-2.

El quinto partido fue complicado para los Bulls, ya que jugaban en Utah y Michael Jordan venía de sufrir una gastroenterocolitis. Así y todo, Jordan hizo 38 puntos y los Bulls ganaron el partido. No podría haber sido mejor, la revancha era en Chicago, y los Bulls ganando eran los campeones. Por su parte, Utah debía ganar de visitante para forzar un último partido.

Sin embargo, el sexto partido no fue nada fácil para los Bulls. Utah fue ganando casi todo el encuentro, pero en los últimos segundos se llegó a un empate 86-86.

Hubo un minuto de tiempo y ahí los Bulls planearon la gran jugada. Todas las miradas estaban en Jordan. Había hecho 39 puntos en el partido e iba a tener una gran marca. Nadie dudaba que la pelota iría para el. Pero... "Esta es tu chance" le dijeron a Steve Kerr, un jugador secundario, que usualmente no disputaba muchos minutos, pero que se caracterizaba por ser uno de los mejores tiradores de la NBA. Todos irían tras Jordan y Kerr definiría el partido. Y así fue... Jordan cedió la última pelota a su compañero de equipo quién recibió totalmente desmarcado y convirtió un triple que definió el partido y el campeonato.

Fue algo excepcional, una jugada birllante, memorable, que el lunes, si Leandro García Morales y sus compañeros de Hebraica la hubieran recordado y llevado a cabo, hubieran podido definir de otra manera, y tal vez, sí, simplemente tal vez, haber anotado y cambiado la historia.