martes, 20 de abril de 2010
En búsqueda del equilibrio
Mi padre, Walter Isi, durante muchos años trabajó en política, una opción que requiere largas horas de dedicación y de estar fuera de casa. Cuando salió electo Diputado en el año 1985, le dedicó muchísimo tiempo a su actividad política en detrimento a su vida en familia. En el año 1989 debido a un quebranto de salud no pudo dedicarle a la campaña el tiempo que hubiera necesitado y lamentablemente no fue reelecto. Si bien nunca abandonó la militancia, ese momento marcó un cambio radical en nuestras vidas ya que pasó de estar en intensa actividad a jubilarse. Pero no fue algo malo, sino algo distinto, porque tenía más tiempo para dedicarle a la familia.
Mucha gente, con razón, se pasa la vida añorando trabajar menos horas, estar más con su familia, o tener más actividades sociales. Esas personas inconciente o concientemente, buscan un equilibrio en sus vidas. Equilibrio no significa que pasemos igual tiempo en el trabajo, en nuestras actividades o en familia. Equilibrio es encontrar una adecuada porción de armonía en cada cosa.
Permanentemente queremos centrar esa balanza. Y sin duda hay que intentarlo, sin descanso. Estoy convencido que encontrar ese equilibrio hace sentirnos realizados, vivir una vida más plena y feliz.
Volviendo a la historia de mi padre, él fue un claro ejemplo en que la mayor parte de sus horas la dedicó a su actividad política, pero a pesar de todo nunca perdió el equilibrio. Nunca lo consideré un padre ausente, todo lo contrario siempre estuve orgulloso de él, de su lucha, de sus logros, de su integridad. Me enseñó todo lo que estaba a su alcance. Él encontró su equilibrio, logró vivir a pleno, feliz con su familia, con sus actividades y sus amigos.
Hoy puedo decir que esa es la mayor enseñanza que me ha dejado, una enseñanza que no se relata en palabras, sino que se aprende de la vida.
Por eso en este post les insto a cada uno a buscar su propio equilibrio. Vivan a pleno, no eludan lo más importante y principalmente vivan el presente.
Porque como dijo alguien una vez:
"La vida es un acto de equilibrio constante".
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