Análisis político de las departamentales

En el post anterior, "Sobre las elecciones municipales", hablaba del bajo entusiasmo que había en la gente con estas elecciones departamentales y de que se suponía que no iban a haber cambios sustanciales en el mapa político del país. Ahora, luego del domingo, las particularidades de los resultados hacen que sea más que interesante hacer un análisis de lo que ocurrió con estas elecciones.

De las 19 intendencias del país, el Partido Nacional se quedó con 11, el Frente Amplio con 5 y el Partido Colorado con 2. Existe una intendencia en duda aún que es la de Florida, disputada entre el Partido Nacional y el Frente Amplio. Para esta intendencia el Frente Amplio lleva 29 votos de ventaja, restando por escrutar alrededor de 1900 observados. Aunque la ventaja es mínima para el Frente Amplio, si se da la lógica de que siempre los votos observados favorecen a los partidos tradicionales, este intendencia sería también para el Partido Nacional, sumando 12 en total. Pero para esto hay que esperar al sábado.

Si lo primero que hacemos es mirar fríamente los números anteriores, sin demasiado análisis, podemos concluir que el gran triunfador es el Partido Nacional.

Para el Frente Amplio, siendo el partido de gobierno con mayoría absoluta en el país, perder 2 intendencias con respecto al período anterior, y haber obtenido solo 5, sería en principio un rotundo fracaso. Sin embargo, esta baja cantidad de intendencias se mitiga con la calidad de las intendencias conquistadas, estando entre ellas las principales del país: Montevideo y Canelones, con victoria clara, y luego Maldonado, Rocha y por último Artigas, esto un hecho histórico. Adicionalmente el Frente tuvo cierta "mala suerte" en perder 3 cabeza a cabeza: Paysandú, Salto, y Florida, aunque esta última está por verse.

En tercer lugar el Partido Colorado tiene una leve mejora pasando de 1 a 2 intendencias.

Si consideramos los porcentajes de los votos totales por partido en las nacionales, este sería un resultado raro. El Frente Amplio con 48% de los votos en las nacionales, en las departamentales obtiene 5 intendencias, solamente 3 más que el Partido Colorado que tuvo un 17% en las nacionales. Y por otro lado el Partido Nacional con 30% en las nacionales, obtiene 12, más del doble que el Frente. En ese sentido es un claro ganador el Partido Nacional, y al Frente Amplio sus votantes le han dado un tirón de oreja, tal como dijo Astori.

Pero haciendo otra lectura, a pesar de estos números, pienso que los partidos tradicionales tienen mucho de que preocuparse, tal vez más aún que el Frente Amplio. En primer lugar dónde ganaron los blancos, los colorados votaron muy mal, por debajo del 10%, y viceversa ocurrió algo similar. Eso demuestra que se dieron pequeños balotages en los diferentes departamentos, y que hay una especie de bipartidismo.

La gente ha decidido dar un tirón de oreja al Frente Amplio, ha descendido su porcentaje total en votos de todo el país de 48% en las nacionales al 42% en las departamentales. Es como un llamado de atención. Pero la pregunta es ¿qué pasó con ese 6% que no votó al frente? Según los resultados, los votos se trasladaron a en blanco y anulados, los cuales llegaron al 15% en Montevideo, y alrededor del 10% en todo el país, un porcentaje muy elevado, nunca visto antes en nuestras elecciones.

Pero quiero detenerme en el dato anterior. Es ahí en donde debería estar la gran preocupación de los partidos tradicionales. No están pudiendo captar votos del Frente Amplio! Los colorados le quitan votos a los blancos y viceversa, pero se han estancado, no captan votos de afuera. Los votantes del Frente que están desconformes están prefiriendo votar en blanco antes que votar a los partidos tradicionales.

Y es en ese punto donde pienso que estará la lucha los próximos 5 años.

El Frente Amplio deberá luchar en revertir este tirón de orejas que le han hecho muchos de sus votantes. Para eso deberá cambiar varias cosas en la interna del partido. Es como todo, mientras no se tiene la torta todos van unidos por el mismo rumbo para conseguirla, pero cuando la consiguen hay que repartirla, y ahí empiezan las peleas por las mejores partes. Es lógico y natural.

Por otra parte los partidos tradicionales deberán luchar por capturar a esos votantes del frente. Deberán lograr una buena estrategia para atraerlos a sus partidos respectivos. No será una tarea fácil, pero más allá de las virtudes propias que puedan tener, todo dependerá de como se de este gobierno de Mujica que está comenzando, si la nueva intendenta de Montevideo logra revertir la difícil situación municipal, y si el Frente Amplio como partido logra minimizar las disputas internas que ha tenido últimamente y que tanto le han perjudicado.

Pero en definitiva, para eso habrá que esperar, el domingo se cerró un ciclo de elecciones, hasta dentro de 4 años no las volveremos a tener. Es por eso que este es el momento de la reflexión y autocrítica de todos los partidos. Sin duda lo deberán hacer para mejorar de aquí en más.