El próximo domingo es día de elecciones, y nuevamente nos tocará cumplir con la patria colocando nuestro voto en las urnas.
Para éstas elecciones municipales no he opinado tan activamente como para las nacionales, simplemente como la gran mayoría le ha pasado, supongo, no sentí tan a flor de piel estas elecciones como las otras. Siguiendo este enlace pueden ver toda la serie de posts sobre política que escribí, culminando las nacionales con Mujica Presidente.
Pero a solo tres días de las elecciones está bueno hacer un breve análisis de donde estamos parados.
Es claro que la intendencia de Montevideo la ganará nuevamente el Frente Amplio con Ana Olivera al frente. La pregunta del millón y eterna discusión es si esta victoria tan clara se debe a si los montevideanos después de estos 20 años siguen conformes con la gestión municipal, o si el voto es por afinidad partidaria, o si simplemente no están conformes pero piensan que con gobiernos de otros partidos vamos a estar peor. En lo personal pienso que la razón más fuerte es una mezla de las últimas dos.
Otro hecho particular es que en los departamentos costeros del este (Canelones, Maldonado y Rocha) también con seguridad va a haber una victoria clara del Frente Amplio.
Por otro lado, en los departamentos del centro del país está más peleado, siendo en la mayoría la tendencia para el Partido Nacional, aunque para los del litoral al norte del Rio Negro (Rio Negro, Paysandú, Salto y Artigas), la tendencia parece ser favorable al Frente Amplio.
San José es un caso similar a Montevideo. Tradicionalmente ha sido un municipio blanco, con Chiruchi Intendente más de una vez. Para estas elecciones la tendencia sigue clara, con un alto índice de aprobación de la gestión. Es un caso en el que me haría las mismas tres preguntas que para Montevideo.
En cuanto al Partido Colorado mantendría su única intendencia, Rivera, sin recuperar ninguna otra.
Ante esto, todo indica que el mapa político de las intendencias no cambiará sustancialmente.
Quiero detenerme en las alcaldías, ¿alguien le encuentra algún sentido positivo a esto? Porque yo no.
Cuando pienso en este nuevo régimen, se me vienen un montón de preguntas a la cabeza: ¿Qué ganamos con generar cargos de alcaldes con sueldos de $80.000, si ahora tenemos centros comunales en Montevideo que aún no han podido funcionar ni brindar todo lo que la ciudadanía espera? ¿No sería mejor pensar primero las causas de estos problemas para después sí plantear un plan serio de mejora, en el cual podría o no surgir la figura del alcalde?
Además, un tema no menor es que las alcaldías no contarán con presupuesto propio, sino que dependerán totalmente de la administración municipal. El problema con eso es que en un mismo departamento se puede dar que la intendencia sea de un partido y que tenga alcaldías de su mismo partido pero de otros también. En ese caso se va a generar un conflicto de intereses políticos que van más allá de las necesidades puntuales de las alcaldías.
Hay muchísima falta de información en cuanto a este tema, y al momento de votar, quisiera saber si alguien ya conoce al alcalde que va a votar. Estoy seguro que la mayoría no.
En su momento cuando se estaba discutiendo esta nueva ley, Mujica y Larrañaga plantearon al menos posponerla para pensarla más profundamente, pero no tuvieron éxito en su planteo.
Ahora la pelota ya está rodando y estos cinco años servirán de experiencia piloto. Así que para finalizar este post, repito lo mismo que dije al principio, el domingo a cumplir con la patria y a votar bien!
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