Mi viejo

No es la primera vez que escribo sobre un ex lector de este blog, mi padre Walter Isi. Hoy se cumplen 5 años desde que no está con nosotros.

Se ha ido físicamente pero luego de este tiempo transcurrido podemos decir mi familia y yo con orgullo que tenemos la suerte de recordarlo con mucho amor y alegría. Fue un gran padre, con sus aciertos y sus errores, pero que sin duda alguna los primeros superaron ampliamente.

Fue también una gran persona, con muchos amigos, muy querido.

Su pasión fue la política, en la que empezó a militar desde muy joven desde su pueblo de Migues con mi abuelo Don Salim, siempre en su querido Partido Colorado.

Se acercó a la gente del Departamento de Canelones, a sus problemas y necesidades. Trabajó por ellos cuando fue Diputado en el período 1985-1990. Pero cuando no lo tocó estar también lo siguió haciendo, nunca se alejó de su gente de su querido Departamento.

"Walter Isi un servidor" se llamaba a sí mismo con alegría. "El Pocho de la gente" le respondíamos con mi hermano. Broméabamos con eso. Hermosos recuerdos.

He aquí algunas de sus frases que nos ha dejado y que llevo siempre presente. Gracias por haber compartido este pequeño recuerdo conmigo.

«Jamás hemos renunciado a nuestros principios, ni tampoco nos hemos desviado del cumplimiento
del deber, porque seguro estamos que, en el acierto o en el error, hemos actuado con franqueza,
defendiendo lo que hemos considerado lo más conveniente y lo más justo para nuestra gente, para nuestro pueblo.»

«Nada es difícil en esta vida política, cuando se actúa con honestidad y con espíritu de grandeza.»

«Nuestra lucha no está dirigida al logro de meras posiciones o de ocupar cargos por el solo hecho de ocuparlos o de figurar en lugares de privilegios.
No!
Nuestra lucha está orientada a poder servir a la comunidad, a quienes confían en nosotros y a quienes no, a quienes creen en nuestros postulados y a quienes tienen fe en otros, a quienes son nuestros amigos y a quienes son nuestros adversarios, o a quienes podemos resultar indiferentes, porque el compromiso que adquirimos cuando decidimos transitar por el áspero camino de la política, por la difícil senda que significa el volcarnos a una actividad que insume toda nuestra energía y nuestro tiempo, robándonos incluso el tiempo que deberíamos dedicar a nuestras cosas particulares, a nuestras familias, a nuestra recreación, fue impulsado por el espíritu de José Batllle y Ordoñez.»